17 de abril de 2012

SEPTENARIO DOLOROSO: 5 - COSTALEROS

Los Costaleros del Santo Entierro en el Septenario.
El quinto día, 27 de marzo, se dedicaban a las Cuadrillas de Costaleros de la Hermandad. A los jóvenes y veteranos, a los del Cristo y los de los Dolores, a los que siguen y a los que ya no están, a todos nuestros costaleros iba dirigido este día del Septenario. Como cada día los ojos de todos los hermanos se ponían en el altar clásico presidido por el Cristo de la Buena Muerte y su Madre de los Dolores. En lo más alto, cobijada bajo el dosel, María Santísima de los Dolores se presentaba ataviada con sumo gusto vestida con saya morada de brocados dorados, manto negro bordado de las hojas de parra, fino tocado de tisú de plata y la antigua corona imperial sobre sus sienes. Bajo Ella, el Señor de la Buena Muerte se presentaba sobre un camastro de blancos lienzos flanqueado por dos ángeles con atributos pasionistas. Cera blanca en una abundante candelería daban luz al conjunto mientras el perfume de las flores en tonos blancos ponían fragancia primaveral al duelo palmerino.
A la media noche de esta jornada, la Parroquia en penumbras recibía a Nuestro Padre Jesús Cautivo, que acompañado del rezo del Vía-Crucis era trasladado a sus andas procesionales. Una de las Estaciones de este Camino de Cruz llevaron al Señor Cautivo ante el altar de nuestros Sagrados Titulares en un encuentro emotivo e íntimo que cada año se hace más entrañable y esperado.

 

Fotos: Manuel V.