1 de abril de 2011

EL REENCUENTRO

Una estampa que hacía tiempo no se veía vuelve a actualizarse en estos días. La Virgen de la Soledad y la Virgen de los Dolores juntas.
Muchos años han permanecido entre las mismas paredes, en la blanca Parroquia de La Palma, desde casi la década de los cincuenta del pasado siglo XX ambas dolorosas eran las que durante todo el año se sentían en aquella nave del Evangelio, que termina en la capilla del Sagrario Viejo y que empezaba a los pies de la Torre, donde la Virgen del entonces Sábado Santo y la del entonces Martes Santo, que con los años serían del Viernes Santo y del Domingo de Ramos, llegaron a identificarse en una advocación que se perdió y una advocación sólida como ninguna... Cuando llegó la noche del pasado miércoles 23 de marzo, algunos hermanos del Santo Entierro, sin romper el protagonismo que bien merecen los homenajes a nuestra Patrona, no quisieron desaprovechar la oportunidad de encender la Capilla de la Virgen de los Dolores, que esperaba impacientemente volver a saludar a la Hermandad que se llevó parte de su corazón e historias vividas en común y con buena sintonía. Se marchó la Hermandad del Perdón para tomar una nueva morada que sabe a antigüedad y a nuevo, y ahora por unos poquitos días vuelven, cruzándose, como hace una década, las miradas de la Soledad y los Dolores, dando lugar a una curiosa estampa que posiblemente no se vuelva a repetir, como ha ocurrido en esta ocasión, hasta dentro de mucho más...
Bienvenida sea la Virgen con su Soledad, Bienhallada sea la Soledad de María que entrega a su Hijo en el sepulcro. Fotografía única, para una Cuaresma única, ésta del año 2011.

Foto: Manuel V.