Las cresterías de plata del paso de palio de María Stma. de los Dolores ya se encuentran en La Palma totalmente concluidas.
A principios de los años 90, cuando esta Hermandad estaba inmersa en la construcción de su Casa Hermandad, durante la Estación de Penitencia se partieron las antiguas cañas doradas que remataban el palio de la Señora y que se exornaban con cordones dorados que caían por cada varal. Por urgencia, sólo se pudo acudir a realizar las bases de las molduras en madera, que tras más de quince años regresan a la Casa Hermandad totalmente culminadas. Cómo todo se aprovecha, aquellas cañas rotas se pudieron utilizar para decorar las cortinas del salón de la Casa Hermandad, luciendo ya su nueva utilidad en la recordada mañana de la Inmaculada de 1995 cuando la Virgen salía a bendecir su casa.
Tuvieron que pasar los años, para que un grupo de hermanos, encabezado por los más jóvenes a quienes siguieron algunos costaleros y colaboradoras, tomaran con ahínco este proyecto que se antojaba eterno. Y así han pasado los últimos cuatro años, para pagar cada uno de los gramos de plata que lo recubren y la laboriosa mano de obra que lleva la complicación del diseño de rocalla.
En los talleres sevillanos de Orfebrería San Juan, nuestros orfebres, con infinita paciencia en los pagos y en los sucesivos golpes que han tenido que dar a la plata de ley, venían haciendo roleos, hojarascas y curvas irregulares, mientras que por La Palma vendíamos y vendemos mantecados, rifábamos azulejos con preciosas estampas, cobrábamos y seguimos cobrando suscripciones casa por casa,...
Pero el resultado está aquí, y lo disfrutaremos todos en la próxima Semana Santa, cuando nuestra Madre de los Dolores salga a La Palma cobijada en su romántico palio negro.
Gracias a todos los que lo han hecho posible.
Tuvieron que pasar los años, para que un grupo de hermanos, encabezado por los más jóvenes a quienes siguieron algunos costaleros y colaboradoras, tomaran con ahínco este proyecto que se antojaba eterno. Y así han pasado los últimos cuatro años, para pagar cada uno de los gramos de plata que lo recubren y la laboriosa mano de obra que lleva la complicación del diseño de rocalla.
En los talleres sevillanos de Orfebrería San Juan, nuestros orfebres, con infinita paciencia en los pagos y en los sucesivos golpes que han tenido que dar a la plata de ley, venían haciendo roleos, hojarascas y curvas irregulares, mientras que por La Palma vendíamos y vendemos mantecados, rifábamos azulejos con preciosas estampas, cobrábamos y seguimos cobrando suscripciones casa por casa,...
Pero el resultado está aquí, y lo disfrutaremos todos en la próxima Semana Santa, cuando nuestra Madre de los Dolores salga a La Palma cobijada en su romántico palio negro.
Gracias a todos los que lo han hecho posible.
Foto: Manuel V.
